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La escucha activa

«Lo más importante de la comunicación es escuchar lo que no se dice.»

Es una frase de Peter Drucker (1909-2005). Fue trabajador de banca, periodista, abogado, exiliado de Alemania por el nazismo, profesor, escritor y consultor.

Las experiencias, si les sacas su enseñanza, te convierten en un ser cada vez más sabio. Valora la visión global, el enriquecimiento de las personas que saben de muchos temas. Es algo que va más allá, y es tan necesario o más, que la «especialización» tan de moda hoy en día.

Presentamos Liderapia en el Parque Científico de la UMH

A modo de primera sesión de formación, el pasado 13 de marzo, se realizó un rápido recorrido por los siete saberes imprescindibles para un buen Líder (motivar, comunicar, hablar en público y transmitir, adaptarse al entorno, vender, gestionar y negociar).

 

Tanto para las empresas como para los emprendedores es imprescindible fomentar las habilidades y capacidades sociales y personales, como una línea principal si queremos que nuestra empresa, idea, servicio o proyecto triunfe.

 

Desde que una empresa nace ha de vender su servicio si quiere ser viable, y para ello hay que tener en cuenta el factor humano, de las personas que se implican en la empresa y de los posibles clientes, inversores…

 

Cada vez las empresas son más conscientes de la necesidad de trabajar las habilidades sociales, ya que la información, en este siglo, es poder, y saber manejarla es liderazgo. El mundo de la empresa ha sabido adaptarse a este siglo, al uso de las nuevas tecnologías y las redes sociales, pero no todos han apreciado la importancia del trato directo y humano, de la interacción empresa-cliente, empresa-proveedor, empresa-inversor. Y ese momento es donde una empresa puede tener la excelencia o perderla.

 

Nos encontramos continuamente con casos de personas que tienen puntualmente un éxito y no saben muy bien por qué, ya que en otras ocasiones, con las mismas herramientas, ha sido un auténtico desastre. En este caso estamos hablando de comunicadores inconscientes, de personas que poseen una habilidad de comunicar innata, pero no saben identificarla, ni desarrollarla. Otras veces, los propios miedos o la falta de motivación convierten a la persona que ha de dirigir el barco en una persona débil, incapaz de manejar las situaciones del día a día.

 

Pues bien, todo esto se trabaja en Liderapia, comenzando por nosotros mismos, con nuestras propias habilidades y capacidades para saber transmitir correctamente nuestro mensaje en todo momento. Sólo conociéndonos a nosotros mismos seremos capaces de llegar a los demás.

 

Os dejamos un vídeo donde se resume lo que dio de sí la primera jornada de Liderapia.