Etiquetado: Emociones

El «Período refractario»

«No lo entiendo. Te lo he explicado y hasta me he disculpado, pero parece que sólo escuchas lo que justifica tu enfado»

Y no es que lo parezca, es que Paul Ekman respalda científicamente que así es. Cuando nos enfadamos, durante un rato permanecemos en lo que él denomina «período refractario«. En ese período, filtramos toda la información que nos llega y sólo aceptamos aquella que justifica, que confirma, las razones de nuestro enfado. Nuestro cerebro rechaza toda información que indique que el enfado no está justificado.
En principio no es un problema… salvo que el período refractario dure demasiado. Si estamos en ese estado durante horas, o incluso días, tenemos una anomalía en nuestro comportamiento que nos originará problemas. Piensa que, en el caso del enfado, durante esas horas o días «no atenderemos a razones«, no admitiremos justificaciones, disculpas ni explicaciones. Socialmente puede ser un gran problema.
No sólo ocurre con el enfado, también con otras emociones como la tristeza, el miedo…
El nombre de «refractario» viene de la cualidad de los materiales del mismo nombre, que indica que aguantan altísimas temperaturas sin descomponerse. Al calentarse tanto, luego pasa bastante tiempo hasta que desprenden todo el calor absorbido.

¿Quieres saber más acerca de las emociones? En Liderapia dedicamos una parte muy importante del curso a ello.

Foto: "No lo entiendo. Te lo he explicado y hasta me he disculpado, pero parece que solo escuchas lo que justifica tu enfado"Y no es que lo parezca, es que Ekman respalda científicamente que así es. Cuando nos enfadamos, durante un rato permanecemos en lo que él denomina "periodo refractario". En ese periodo, filtramos toda la información que nos llega y solo aceptamos aquella que justifica, que confirma, las razones de nuestro enfado. Nuestro cerebro rechaza toda información que indique que el enfado no está justificado.En principio no es un problema... salvo que el periodo refractario dure demasiado. Si estamos en ese estado durante horas, o incluso días, tenemos una anomalía en nuestro comportamiento que nos originará problemas. Piensa que, en el caso del enfado, durante esas horas o días "no antenderemos a razones", no admitiremos justificaciones, disculpas ni explicaciones. Socialmente puede ser un gran problema.No solo ocurre con el enfado, también con otras emociones como la tristeza, el miedo, ...El nombre de "refractario" viene de la cualidad de los materiales del mismo nombre que indica que aguantan altísimas temperaturas sin descomponerse. Al calentarse tanto, luego pasa bastante tiempo hasta que desprenden todo el calor absorbido.¿Quieres saber más acerca de las emociones? En Liderapia dedicamos una parte muy importante del curso a ello.

Método Stanislavski

«¡No me llame así! ¡Soy el Presidente Lincoln!»

Podría haber sido lo que el grandísimo actor Daniel Day-Lewis le hubiera dicho a cualquier miembro del rodaje de la película «Lincoln» que se hubiese atrevido a dirigirse a él por su nombre (real) en un descanso.

Daniel Day-Lewis es una actor de método que, según muchos, no interpreta, si no que se «convierte» en su personaje durante los rodajes.

Pero dejemos el cine y empecemos por el principio:

¿Has oído hablar de la «técnica de Stanislavski«?

Te daré una pista: la emplean algunos de los actores más galardonados.

En esencia consiste en revivir, en recordar con gran intensidad, un hecho que te hiciese sentir una emoción determinada. Por ejemplo, recordar con detalle y con mucha concentración aquella vez que casi te ataca un perro peligroso, pero te salvaste por los pelos. De esa forma el cerebro envía las órdenes oportunas al cuerpo para que éste sienta de manera totalmente realista esa emoción.

Si se realiza bien, las emociones mostradas son tan reales que nadie podría decir que no estás sintiendo auténtico pavor en ese momento.

Foto: "¡No me llame así! ¡Soy el Presidente Lincoln!"Podría haber sido lo que el grandísimo actor Daniel Day-Lewis le hubiera dicho a cualquier miembro del rodaje de la película "Lincoln" que se hubiese atrevido a dirigirse a él por su nombre (real) en un descanso.Daniel Day-Lewis es una actor de método que, según muchos, no interpreta, si no que se "convierte" en su personaje durante los rodajes.Pero dejemos el cine y empecemos por el principio:¿Has oído hablar de la "técnica de Stanislavski"?Te daré una pista: la emplean algunos de los actores más galardonados.En esencia consiste en revivir, en recordar con gran intensidad, un hecho que te hiciese sentir una emoción determinada. Por ejemplo, recordar con detalle y con mucha concentración aquella vez que casi te ataca un perro peligroso, pero te salvaste por los pelos. De esa forma el cerebro envía las órdenes oportunas al cuerpo para que éste sienta de manera totalmente realista esa emoción.Si se realiza bien, las emociones mostradas son tan reales que nadie podría decir que no estás sintiendo auténtico pavor en ese momento.

Los Gestos

Para detectar mentiras, e incluso emociones, más importante que un catálogo de gestos y señales universales es aprender a detectar variaciones con respecto a los gestos y señales habituales del sujeto observado.
Vamos, que las mentiras y las emociones suelen llevar consigo cambios en el tono de voz, la velocidad del habla, gestos no habituales…
La base de la detección de mentiras y de emociones reside en aprender a ver la «comunicación habitual» de una persona y estar atento a los cambios que se producen.

 

Foto: Para detectar mentiras, e incluso emociones, más importante que un catálogo de gestos y señales universales es aprender a detectar variaciones con respecto a los gestos y señales habituales del sujeto observado.Vamos, que las mentiras y las emociones suelen llevar consigo cambios en el tono de voz, la velocidad del habla, gestos no habituales,...La base de la detección de mentiras y de emociones reside en aprender a ver la "comunicación habitual" de una persona y estar atento a los cambios que se producen.